viernes, 7 de enero de 2011

Los leones africanos: mineros del África negra

Toda la vida la prensa nos regaló la imagen de que África es un continente lleno de niños hambrientos, ícono del salvajismo del capital, pero bien, hay países del continente negro que decidieron hacer las cosas bien, progresar, dejando de lado las guerras civiles y tal que asfixian a sus vecinos, son los leones africanos, en obvia referencia a los tigres asiáticos: Sudáfrica, Mauricio y Botswana, en el África negra, y Egipto, Argelia, Libia, Túnez y Marruecos en el Magreb. Bien, vamos a hablar de los primeros.

De Sudáfrica se ha hablado mucho ya, sobre todo en este último año, y en nombre de la pereza no pienso hablar de cuestiones como su historia, que son sobremanera conocidas, por lo que voy a dar un rápido paso por este país: comprende el 25% del PIB de África, asimismo, su industria es una de las más diversificadas del continente, destacando la minería: Sudáfrica es el mayor productor de oro, cromo y platino del mundo y uno de los mayores productores de diamantes del mundo. La tasa de desempleo es del 25% de la población sudafricana. Está en el puesto 27º en cuanto a PIB nominal,  en el 24º en cuanto a PIB por PPA, en el 78º en cuanto a PIB nominal per cápita y en el 72º en cuanto a PIB por PPA per cápita.

Mauricio es un pequeño país marítimo consistente en la isla homónima, Rodrigues, las Agalegas y las pequeñas islas llamadas Rocas de San Brandón, muy conocido por haber sido el hogar del dodo.

Estas islas habían sido colonizadas primeramente por los holandeses, la mayor isla fue llamada Mauricio en honor a Mauricio de Nassau. Fue abandonada debido a los bruscos cambios climáticos. Posteriormente llegaron los franceses y, como era de esperarse, los ingleses se las arrebataron luego de un par de batallas navales. Este país consiguió su independencia en 1968, y actualmente es gobernado por el Movimiento Militante Mauriciano, el partido hermano del Movimiento Socialista Mauriciano.

En sus inicios, el país vivía de la agricultura y ganadería de subsistencia, como muchos otros países africanos,  y ahora tiene un IDH 0,7 “alto” de acuerdo a los estándares internacionales, asimismo, su PIB por PPA per cápita es de 13.615 dólares, y un crecimiento del PIB nominal de 5 o 6% anualmente.

En el país se está desarrollando rápidamente los sectores industrial (destacando la química y petroquímica) y el comercial-financiero, sostenido principalmente por los inversores extranjeros, en su mayoría indios y sudafricanos, aprovechando su posición en el océano índico. Paradójicamente, las políticas económicas adoptadas por el gobierno socialista de Mauricio consisten en atraer al malvado imperialismo liberal que oprime a los países contribuyendo para su economía. Al hablar de islas tropicales no podemos pasar por alto la gran importancia que tiene el turismo para la economía de estos países: la wiki afirma que este país tiene el sobrenombre de Isla Playa. 

Mauricio no es precisamente un país minero, pero bien, gran parte de los países del África negra lo son.

Bien, continuemos por Botswana: antes de ser colonizados por imperios imperialistas, en el país vivía la tribu tswana, subsistiendo a través de la agricultura y la ganadería, al ser colonizada por el Imperio imperialista británico en 1885, no se le dio importancia, siendo nada más que un punto de tránsito hacia Sudáfrica, esto redundará en beneficios para esta nación como podrán imaginarse. En 1964 inicia un proceso independentista pacífico, que culmina en 1966, a partir de allí, han gobernado democráticamente cuatro presidentes, así es, Botswana tiene el honor de ser el único país africano que no tuvo golpes de Estado (cabe aclarar la posibilidad de reelección por dos periodos presidenciales más). En 1971 se descubrieron yacimientos de diamante en el país, y el malvadísimo gobierno de Botswana no tuvo mejor idea que apoyar la inversión extranjera en la explotación de sus minas. Pero no todo es minería, por norma, en el mundo ciertos animales están en peligro de extinción, se suele prohibir su caza etc., pero Botswana le encontró el lado capitalista al ecologismo: ellos crían a estos animales, por ejemplo, al elefante africano.

Como vemos, Botswana soporta un gobierno explotador (de minas de diamante), esto produjo en un crecimiento sostenido del PIB en un 8%, hasta los años 2000, a partir de los 2000 el gobierno se propuso diversificar la economía nacional, principalmente hacia los sectores turismo y servicios. La deuda externa del país representa el 1,57% de su PIB en 2007, este último de 26 millones de dólares. La pobreza cayó, del 57% en 1985, al 30% en 2002, estando en desempleo el 7,5% de la población en 2007.

Obviamente no todo es color de rosas, ni mucho menos, no debemos olvidar que esta nación es una de las más azotadas por la pandemia del sida, aproximadamente el 30% de la población sufre de este mal. Pero sin duda es uno de los países más exitosos del África. Contrasta irónicamente con su país vecino, Zimbabwe, uno de los más pobres del continente negro, que sufre de una de las peores dictaduras socialistas de la citada región geográfica, cabe destacar su inflación de 14.000.000%, no es un error: catorce millones de puntos porcentuales, en este país se comercia con trueque imagino.

Bien, culminamos así el recorrido por los leones mineros del África negra, me alegro por ellos, aunque lo que más me habría de alegrar es que se hable de jaguares americanos. Pero los leones africanos aún tienen mucho trecho por recorrer, ojalá que logren desarrollar un buen nivel de vida, para demostrarle a la izquierda sentimentalista que el capitalismo no subsiste explotando gente, sino explotando minas, entre otras cosas.

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