domingo, 9 de enero de 2011

Una síntesis de la derecha y la izquierda

Bien, aquí he de hablar de la izquierda y la derecha tradicionales, como no me gusta ni sé hacer protocolos, pues ya principio mi análisis, comenzando por la derecha:

Generalmente, cuando se piensa en derecha, se piensa en "conservadurismo" o "tradicionalismo", y al pensar en la izquierda se piensa en "revolucionariedad", por ejemplo, los "conservadores" en la época de Julio César eran los republicanos y los "revolucionarios" eran los monárquicos, pero bien, retrocediendo un poco en el tiempo, vemos que en la época de Bruto, el primer cónsul de la República Romana, los "conservadores" eran los monárquicos, y los "revolucionarios" eran los republicanos. De esta manera vemos que esta pseudodiferencia entre ambos es relativa al cambio, nada más alejado de la realidad, las diferencias, como ya vimos, consisten en la administración de las libertades.

La diferencia entre el tradicionalismo, el nacionalismo y el separatismo es que el tradicionalismo mira hacia el pasado, y lo convierte en ideal, el nacionalismo por su parte intenta mejorar el país, si hay una costumbre mala, entonces ésta se deshecha por el bien del país, el nacionalismo mira al futuro, el separatismo a su vez desea escindir a una región de su nación porque no puede o no desea amalgamarse a esa nación.

Pensemos en la historia, a lo largo de la historia la humanidad se ha ido uniendo por necesidad, veamos: al paleolítico lo asociamos al tribalismo, al neolítico con aldeas, a la antigüedad con ciudades-estado, al medioevo con feudos, a la edad moderna con la transición de feudos a estados-naciones, y actualmente estamos consolidando los estados-naciones, y a su vez en proceso de unificación de naciones a través de uniones supranacionales. Podemos ejemplificar simplemente así: en su racionamiento, "x" grupo o grupos de personas notaron que les vendría mejor a ellos unirse que mantenerse separados, en su libertad lo hicieron, de acuerdo a un simple cálculo de costos y beneficios.

El separatismo sin embargo no es nacionalista, es anarquista, ya que en este se toma el camino contrario que el nacionalismo, el separatismo es atomización de los Estados en sus regiones, y podemos suponer que a su vez en la región ya atomizada haya diferencias socioeconómicas entre sus distritos, convirtiéndose así el separatismo en una espiral de anarquismo.

Ahora bien, para que un grupo humano funcione, sus integrantes (sean individuos o grupos humanos que se han unido) deben haberse consolidados y estandarizados, es decir, deben estar al mismo nivel, o a un nivel semejante, sino están condenados a fracasar, como vemos que sucede ahora con la Unión Europea: en ésta se unieron países que aún no pudieron consolidarse como naciones de éxito, los conocidos PIIGS, con naciones de las más poderosas y ricas del mundo, tales como el Reino Unido, Francia y Alemania. Tal es el error de la planificación humana.

Esto demuestra que lo que el orden espontáneo o mano invisible existe, ya que cuando este entra en acción, sea para individualizar o gregarizar, funciona, y he ahí el error de la izquierda, ya que ésta pretende dirigir la economía, y sí o sí va a fracasar porque no cuenta con el conocimiento empírico de cada persona que sostiene al orden espontáneo, intenta dirigir el movimiento de cada hormiga, cuando éstas al estar libres saben lo que deben hacer de acuerdo a sus propias circunstancias.

El tradicionalismo, por su parte, apela al pasado, en contrapartida, el nacionalismo a la razón, ya que es más beneficioso para un grupo humano unirse a competir. El tradicionalismo apela al pasado, el nacionalismo al futuro. El tradicionalismo busca simplemente el populismo, al contrario que el nacionalismo que tiene un mensaje cargado de elitismo, ya que conlleva a trabajar para lograr un futuro. De la misma manera que el izquierdismo, el tradicionalismo derechista busca planificar la sociedad socialmente (valga la redundancia).

La izquierda tradicional quiere cambiar el sistema que progresa y sustituirlo por uno que retrocede, es más, retrocede hasta el inicio de la civilización, ya que en la historia ocurrieron injusticias, sean estas injusticias "de derecha" (dar lo que no se merece, no dar lo que se merece) e injusticias "de izquierda" (no dar por igual). De esta manera, el izquierdismo plantea "resetear la historia" de forma rápida, y algunas veces violenta, esta es la característica que ellos nominan como "revolucionariedad" (contrariamente a la racionalidad de la derecha del orden espontáneo, según la cual es progreso es algo lento y trabajoso) Vemos así que el izquierdismo es antiprogresista, y si recordamos la síntesis histórica de unos párrafos arriba, veremos que en última instancia el izquierdismo es conservador, y el nacionalismo espontáneo es progresista.

Podemos aplicar lo mismo entre los sistemas socioeconómicos en que haya libertad económica y no social, lo mal llamado derecha conservadora. Al no haber, o haber poca libertad social, entonces el Estado es el que toma las riendas del aspecto social de la sociedad, y lo puede hacer para varias cosas, como para regular la ética (conservadurismo tradicional) o también para alcanzar igualdad social entre las clases sociales: la clase alta social es la minoría culta, y la clase baja social está constituida por las masas, que las clases sociales no son ricos y pobres, esas son clases económicas, y el movimiento que busca el igualitarismo entre estos últimos es el socialismo económico. Vemos así que el relativismo cultural, el relativismo moral, la corrección política, entre otros, son ideas dentro de la derecha.

Ahí nos vemos.

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