lunes, 22 de agosto de 2011

El discurso del Papa. La vuelta a la Edad Media.

Las palabras lanzadas por el Papa en Madrid estos días suponen una de las mayores agresiones a las conquistas que el ser humano ha llevado a cabo en los últimos siglos. Con su arenga el Papa ha despachado siglos de progreso y evolución humana, aseverando la necesidad de volver a realidades medievales que parecían formar parte de la historia.

“Hay muchos que, creyéndose dioses, piensan no tener necesidad de más raíces y cimientos que ellos mismos, que desearían decidir por sí solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto”.

Con este alegato el Papa volvía a atacar lo que él denomina el “relativismo moral” que está pervirtiendo las sociedades actuales. No voy a entrar a valorar hasta que punto es relativo que hable de moral alguien con su historial, pues creo que la peligrosidad de estas palabras merece un discurso más profundo.

El ser humano experimentó uno de los periodos más oscuros de su historia durante la Edad Media, al dejar la autonomía de sus actos en manos de la religión. La organización humana residía en Estados teocráticos donde el poder político se encontraba en manos de monarcas absolutistas considerados los representantes de Dios en la tierra, encargados de ejecutar las leyes divinas recogidas en los textos sagrados como única norma que regía las comunidades humanas. El ser humano carecía de toda autonomía para guiar sus propios designios, sin capacidad para llevar a cabo ningún juicio de valor al margen del imperativo religioso. Tanto la esfera individual como la pública estaban dominadas por la religión.

Sin embargo, al grito de “pienso luego existo”, en el siglo XVII se levantó el Racionalismo, propugnado por autores como Descartes, mediante el que se afirmaba la autonomía del hombre para enjuiciar sus propias acciones al margen de los libros sagrados. Esta corriente fue acompañada del nacimiento de la Ciencia moderna de la mano de Galileo, Copérnico, y otros científicos que aseveraban la capacidad del ser humano para desarrollar un conocimiento autónomo al margen de los textos sacros, cuestionando las afirmaciones religiosas a través del empirismo. Muchas de estas personas acabaron en la hoguera al tratar de imponerse al imperativo dogma religioso.

En el plano público la corriente racionalista se desarrolló en el siglo XVIII mediante la Ilustración, en el conocido como Siglo de las Luces. Autores como Montesquieu, Locke o Rousseau afirmaron que la razón humana podía llevar a los individuos a formar comunidades políticas donde a través de un “pacto social” que estableciera mecanismos de participación de esos ciudadanos, se acordaran las propias normas con las que regular su convivencia. De esta forma, la comunidad ciudadana sería capaz de establecer sus juicios de valor en forma de leyes civiles que imperaran al margen de la religión, la cual quedaría en la esfera privada sin ningún tipo de fuerza impositiva.

Éstas han sido probablemente las mayores conquistas del ser humano: la afirmación de su racionalidad y capacidad de conocer su entorno científicamente, además de su autonomía política como ciudadanos capaces de decidir las normas que rijan su sociedad. Se situaba así al hombre en un nuevo plano de ciudadano libre, dejando atrás al súbdito sometido a preceptos religiosos. Sin embargo, en pleno siglo XXI hemos podido presenciar como Benedicto XVI ha sido capaz de tirar por tierra siglos de evolución humana.

Tal y como afirma el Papa, la especie humana no puede tener como cimientos a ellos mismos, no pudiendo decidir por sí sola lo que está bien o mal, es justo o injusto. Según su discurso, solo Dios puede establecer estos extremos, por lo que de un plumazo amputa la autonomía del ser humano tanto en su plano individual, negando su racionalidad, como en el plano colectivo, cuestionando nuestros sistemas políticos de decisión popular.

La pregunta sería ¿si los seres humanos no somos capaces de juzgar el bien y el mal, y nuestros sistemas políticos de organización democrática no pueden normar lo justo e injusto mediante la participación de todos los ciudadanos? ¿Entonces quien puede? La respuesta es Dios, a través de su sagrada palabra. Es decir, la vuelta a los textos sagrados como normas reguladoras e imperativas de la organización política. El régimen medieval teocrático.

Benedicto XVI siguió con su proceso discursivo de involución señalando su preocupación por la inaceptable “secularización de Europa”. De esta forma el Papa tiraba por tierra una de las grandes conquistas de las revoluciones liberales de los siglos XVIII y XIX, la separación Iglesia-Estado, con la creación de Estados modernos ordenados a través de sistemas políticos donde los ciudadanos se autonormasen mediante el ejercicio de la soberanía popular, y donde la religión saliera del espacio público como forma de organización humana, para pasar al espacio de las creencias personales no imperativas.

Posteriormente, para terminar de rematar su vuelta al Medievo, durante la reunión que el Papa mantuvo con la comunidad científica de profesores universitarios, Benedicto XVI señaló que había que “hacer frente al abuso de la Ciencia sin límite, más allá de ella misma”. La idea señalaba la imposibilidad de que el hombre busque por sí mismo la verdad más allá de Dios, es decir, la negativa a cuestionar el dogma religioso y verlo como un hecho refutable, tratando de indagar en el porqué de nuestra existencia más allá de las afirmaciones religiosas. Estamos ante el mismo argumento que se esgrimió por parte de la Iglesia en los procesos inquisitorios que llevaron a la hoguera a muchos científicos siglos atrás.

Pero para rematar este proceso de involución, Benedicto XVI afirmó que todo este “relativismo moral” lleva “hasta el totalitarismo político que se aviva fácilmente cuando se elimina toda referencia superior”. Nada más lejos de la realidad. Precisamente fueron el Racionalismo y la Ilustración, quienes rompieron con las metateorías de organización social que partían de un ideal incuestionable, el religioso, siendo superado por las teorías liberales democráticas donde el ideal no existe “per se”, sino que es pactado dentro de esa estructura política de forma periódica por los propios ciudadanos. Además resulta que ese gran paso que dio la humanidad al superar las metateorías religiosas medievales, sólo fue cuestionado en nuestro pasado reciente a través de movimientos metateóricos totalitarios como el fascismo o el nazismo, muy vinculados precisamente al pensamiento religioso, como forma contemporánea de imposición de un ideal metateórico.

Los ciudadanos racionales y libres no podemos aceptar este discurso que pretende devolvernos al Medievo. Es nuestra responsabilidad lograr que la humanidad siga evolucionando y no retroceda hasta épocas oscuras que se creían olvidadas en nuestra historia. Por eso estamos en la obligación de luchar contra este tipo de discursos que pretenden someternos a la más absoluta esclavitud del irracionalismo dogmático, extirpando la base metafísica del ser humano: su razón.

miércoles, 20 de julio de 2011

Prospectiva




Para comenzar tenemos que ver el mapa geopolítico. Como no encontré ningún mapa de este tipo en internet que se refiera a esta época, entonces lo hice yo. Y sí, ya incluí a Sudán del Sur en el mapa.

Vemos en azul a los Estados Unidos, en un tono grisáceo a los miembros de la OTAN, en azul claro a los demás aliados de los Estados Unidos y en violeta al Reino Unido y la Mancomunidad de Naciones en general. Nótense las fronteras azules claras entre los países miembros de la UE. En la práctica, todo estos grupos forman una sola alianza: la Alianza Atlántica o Alianza Anglosajona (controlada por el Grupo Bilderberg), que busca la dominación total del mundo.

Notamos a Rusia en un tono rojo oscuro, y a sus aliados en rojo; a China en marrón oscuro y a sus aliados en marrón claro; y a Brasil en amarillo y a sus aliados en amarillo claro, nótense también las fronteras en un amarillo muy claro entre los países del Mercosur. Estos países, junto a la India, forman el grupo BRIC. Así también se hallan los países musulmanes en verde claro, siendo el principal Irán, en un verde oscuro. En la práctica, podemos agrupar a todas estas alianzas como una sola: la Alianza Continental, que busca mayoritariamente un mundo multipolar, que posteriormente se unificará en un gobierno mundial dividido en regiones, cada una en torno a una potencia regional.

Como desencadenante de la Tercera Guerra Mundial tenemos a los diferentes conflictos a través del globo: el principal nudo geopolítico obviamente es Palestina-Israel; tenemos luego el Cáucaso, un verdadero polvorín; Cachemira, en conflicto entre Pakistán, India y China, los tres con potencial nuclear, así como Israel; el conflicto residual del siglo XX: Corea del Norte-Corea del Sur; los Balcanes, dolor de cabeza mundial desde la caída del Imperio Otomano; Pridnestrovia, separatista en Moldavia y apoyada por Rusia.

Vemos un avance inexorable de la Alianza Anglosajona hacia Europa Oriental, obviamente tratando de aislar a Rusia, de por sí una federación de los diferentes "rus" o "zaratos" eslavos medievales. También se ve que Estados Unidos lentamente retrocede en Sudamérica en detrimento del hegemón regional: Brasil, aunque mantiene su influencia en Centroamérica. Así como la influencia china en países socialistas, como Cuba y Venezuela. También podemos ver el esfuerzo ruso de ser nuevamente una potencia, por lo menos regional, buscando mantener su influencia en los países del Asia Central, Cáucaso y sus dos únicos aliados en Europa: Belarús y Serbia. La esfera de influencia de China en el sudeste asiático es verdaderamente notable.

El caso de la Unión Europea es verdaderamente importante en esta cuestión, ya que puede finalmente establecerse un Presidente, pero un presidente de verdad, elegido por sufragio universal y por un periodo de entre cuatro y seis años. En tal situación, es altamente probable que decida romper la Alianza Anglosajona (y por esto es probable también que el Reino Unido no se una a esta hipotética República Federal de Europa) y formar una supra-alianza eurasiática Europa-Rusia-China. De esta manera se cumpliría lo escrito por George Orwell: un mundo dividido en Eurasia, potencia continental, y Oceanía: América, el Reino Unido y las principales islas del mundo, una potencia marítima.

No soy de especular sobre el desarrollo de lo que sería esta guerra, pero bien se pueden hablar de sus causas, y tal vez de sus consecuencias: Lo que bien puede suceder es que en esta guerra se tratarían de zanjar los diferentes conflictos entre las naciones. Por ejemplo, el nacimiento y establecimiento de nuevos estados separatistas o centrífugos, como por ejemplo Kurdistán, Palestina, Chechenia, el Tíbet, Pridnestrovia. O bien el establecimiento definitivo de uniones centrípetas, como UNASUR, Corea unida, una China unida, o como ya he dicho, una Europa unida.

Es muy posible que se cree un Parlamento Mundial, con el esquema típico bicameral: una en proporcionalidad de población por miembro y otra representando a cada miembro. Esto será el antecedente inmediato de un gobierno mundial, para bien o para mal, tal vez montado sobre la ONU. Y se observará una lucha feroz entre el deseo de autonomía de los estados miembros y la centralización del poder mundial.

Tal vez, si se logra un gobierno mundial centralizado. con el tiempo se convertirá en una tiranía mundial, y en este caso será la Cuarta Guerra Mundial: tiranía vs ciudadanía, gobierno vs anarquía, grupo vs individuo. Esto sería "el fin de la historia", como diría Francis Fukuyama...

Todo lo anterior sería en el caso de una Tierra aislada, es decir, sin contar la colonización del Sistema Solar, que comenzaría con la Luna. Tal vez esta colonización de la Luna será antes de lograr un gobierno unido en el planeta Tierra. Con el tiempo esto degenerará en colonialismo, luego ocurriría una guerra de independencia lunar, etc. lo que haría continuar la historia humana mucho más tiempo, siguiendo el esquema iniciado el siglo XV en el planeta. Y mucho tiempo más tarde, se buscaría la colonización de otros sistemas solares. En el caso de un encuentro cercano del tercer tipo, allí sí se unificaría verdaderamente la humanidad, pues la unión de individuos es sólo debido a un enemigo común.

viernes, 15 de julio de 2011

Libertad política y calidad versus cantidad

Hemos visto el eje político, que implica el grado de uniformismo político, así como que la democracia es una forma de "comunismo político", que algunos quieren incluso ampliar a los animales ¿y plantas?

Dicho esto, podemos ver fácilmente que este eje implica lo que Karl Marx llamaba clase, y los hindúes varna (casta). En el punto (A) no hay tipo de poder alguno, la anarquía absoluta, en este tipo de sistema el que está "arriba" es el líder guerrero, mediante poder físico puro y duro. A este lo reemplaza el poder de la palabra y el miedo, mediante los sacerdotes, que instituyen las primeras civilizaciones, así quedan estos "arriba" y la clase política-militar como segunda clase. En este punto, los "progresistas" apoyarían a los sacerdotes y los "conservadores" a los líderes político-militares.

El sistema permanece así mucho tiempo, hasta la Edad Moderna, que representa la transición entre la Edad Media, punto culminante del sistema descripto arriba, y el siguiente sistema instaurado con el que comienza la Edad Contemporánea, en este sistema suben al poder los comerciantes, llamados "burgueses", este sistema es llamado "capitalismo". Así los "progresistas" apoyan a los burgueses y los "conservadores" a los líderes religiosos-políticos. 

En ciertas partes del mundo aún siguió este fenómeno a través del traspaso de poder de los líderes político-empresariales a los obreros, antiguamente sirvientes o esclavos. Así, los "progresistas" apoyan a los obreros y los "conservadores" a los líderes político-empresariales. En esta etapa se halla gran parte del mundo ahora. Vemos así como una minoría dominante o élite es desplazada por una mayoría que se sirve de la demagogia.

Es de destacar que en el sistema hindú hay una quinta casta, los conocidos "intocables". Estos bien pueden representar en nuestra analogía a los delincuentes, vagabundos, mendigos, etc. No me puedo imaginar un hipotético futuro en que estos se hallen en el poder, gracias al "progresismo".

domingo, 29 de mayo de 2011

De la dirección del nacionalismo y los estados de agregación de la materia


La psicohistoria es el nombre de una ciencia ficticia en el universo de la Saga de la Fundación de Isaac Asimov, que es una combinación de historiapsicología yestadística matemática para calcular el comportamiento estadístico de poblaciones extremadamente grandes de personas, como el Imperio Galáctico.
Asimov utilizó la siguiente analogía: en un gas, el movimiento de una sola molécula es muy difícil de predecir, debido a los continuos choques con sus vecinas, pero el comportamiento a escala visible de un gas puede ser predicho con gran exactitud. Así, si se aplicaran cálculos estadísticos a una población lo bastante grande, como el Imperio Galáctico de sus novelas, cuya población era de billones de personas, se podría predecir su evolución histórica y social global con gran exactitud.


Vengo diciendo en el blog que el nacionalismo puede tener dos direcciones: una dirección individualista, que crea sentimientos separatistas disgregando a los Estados, o una dirección colectivista, creando sentimientos supranacionales, uniendo a los Estados. Por ejemplo: una República Hispánica que involucre España, Hispanoamérica y las Filipinas, y aún así sería nación, o más bien habrían sido. Esto debido a las divisiones creadas entre estos pueblos (inicialmente muy semejantes) se fueron creando naciones distintas: diferenciadas por la cultura, el entorno geográfico, la demografía y hasta el idioma.

Usando el símil de los estados de agregación de la materia enunciado por el brillante Isaac Asimov podemos decir que un grupo humano en anarquía sería un gas, si llegase otro grupo humano, también anárquico, fácilmente se podrían unir, por ser gases. Ahora bien, puede ser que estos grupos sean algo más cerrados y que no se unan, tal como el agua y el aceite, en este caso, y al no haber unión, puede el agua solidificarse y crear un sólido y sustraer al aceite de su ser, y si queda aceite dentro, este quedaría aislado allí, esto podría ser un ejemplo de un Estado con dictadura totalitaria.

Sin embargo, es sabido que los cuerpos se agregan en frío y se disgregan en calor. En el caso de los grupo humanos es al contrario: el racionalismo, el individualismo, el anarquismo, la república, son modelos que, en mayor o menor grado, propugnan un estado gaseoso en el grupo, esto no mediante un ambiente caldeado, sino mediante una razón fría y calculada. En cambio, el comunismo, el fascismo, el nacionalsocialismo, la tiranía, son modelos que mantienen al grupo humano que controlan en forma rígida, sólida, mediante constante propaganda, sentimientos nacionalistas, pan y circo; esto es, el grupo humano sólido es caliente.

Otra cuestión relativa es que yo sostengo que las dos direcciones deben realizarse a la vez: los Estados deberían ir renunciando a su poder dando más autonomía a las municipalidades, distritos, alcaldías o lo que fuesen, al mismo tiempo que va desarrollándose un gobierno mundial.

jueves, 19 de mayo de 2011

¿#Democraciarealya? Mejor #Libertadrealya

Vemos inmediatamente la división que afecta a los manifestantes en la #spanishrevolution, que afecta también a prácticamente todos los movimientos democráticos: ¿libertarismo o socialismo? La respuesta es obvia: libertarianismo, ya que. ¿No es precisamente un gobierno socialista el del PSOE, que rige ahora España? ¿No es socialista Hugo Chávez, dictador venezolano? ¿No es socialista Fernando Lugo, el viajero presidente del Paraguay?

Una de las propuestas del movimiento #Democraciarealya que me chocó fue la de nacionalizar la banca cuando quiebra, ¿¡Pero acaso eso no es lo que caracteriza al estatismo intervencionista neoliberal modeno, que tanto criticaron especialmente ellos (los agitadores políticos)!? Así doy mi apoyo al movimiento #Libertadrealya

sábado, 14 de mayo de 2011

Bicentenario de la Independencia

Mucho, realmente mucho se habla del Bicentenario en cada país latinoamericano por estos años. Paraguay no se ha quedado atrás.

Paraguay se independizó de facto el 15 de mayo de 1811. Acelerando el plan de la revolución debido a que Brasil iba a prestar apoyo a la causa realista en Paraguay mediante el diplomático José de Abreu, y a que se descubrió la conspiración. Por ello los próceres, en la noche del 14 y madrugada del 15 de mayo de 1811 tomaron el poder en Asunción. Sin embargo, de iure recién nos independizamos el 25 de noviembre de 1842, con el Acta de Independencia Nacional. Vemos de esta forma que el tradicional espíritu del "así no más" o "ya está ya" (expresiones comunes en el habla del paraguayo) ya estaba desde nuestro nacimiento con nosotros.

Debido a este espíritu abatido, sumiso y débil del paraguayo tradicional permanecimos en las sombras de la historia, a excepción de ciertos periodos en los que gobernaron grandes caudillos de nuestra nación, tales como el Doctor Francia, Carlos Antonio López. Estos grandes estadistas lograron elevar a Paraguay económica o políticamente, pero no lograron restaurar la psicología del pueblo, inclusive, esto llevó al paraguayo a pensar que para mejorar de condición debía ser gobernado por un dictador.

La situación anímica del país decayó aún más con la ignominiosa Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), una catástrofe sin precedentes en la historia de América, y comparable a las Guerras Mundiales. Luego de esto, y hasta ahora, el Paraguay se mantiene como lacayo de Brasil y Argentina alternativamente, dependiendo de cuál partido está en el poder: el Partido Colorado, títere del Brasil, y el Liberal, sumido a los intereses argentinos. Luego de un tiempo Paraguay tuvo que enfrentarse a Bolivia en la Guerra del Chaco, guerra que se podría fácilmente comparar con la Guerra de Corea u otra de la Guerra Fría, debido a que fueron enfrentados, no un país débil contra otro fuerte, sino dos débiles que representaban los intereseses de dos potencias antagónicas, en este caso dos empresas petroleras.

A pesar de haber salido triunfante el Paraguay de la Guerra del Chaco, el resultado fue malogrado debido a la anarquía en la que se encontraba el país, que llegó a convertirse en Guerra Civil hacia 1947. Todo esto se mantuvo así hasta la dictadura de Alfredo Strößner (castellanizado Stroessner), de 1954 a 1989. Quien logró pacificar el país, pero mediante la fuerza, muchos de sus logros, indiscutibles, hasta ahora son usados como apología a la dictadura, creo que no hace falta ser dictador perpetuo para hacer bien las cosas. A su caída inicia la denominada transición democrática.

Este periodo se está alargando demasiado ya, esto debido a la incompetencia política del Gobierno, que en muchos aspectos tiende a hacer lo que hacen el resto de los gobiernos del mundo. Sin embargo, no entienden que no se pueden aplicar leyes que rigen a otros pueblos a Paraguay, pues tenemos diferente fisonomía, diferente mentalidad, diferente objetivo. Deben entender los gobernantes que están allí porque se supone que deben comprender las problemáticas del país, y en base a esa comprensión del problema buscar la solución más competente. Otro de los grandes problemas es la corrupción política, esto es debido a que el paraguayo tradicional no siente respeto por la ley, no comprende que debe sujetarse a reglas de civismo, que la base de la república es que, aún teniendo la libertad de hacer lo malo, hacer lo bueno, en síntesis, no comprende la responsabilidad de la libertad. Y si alguien no comprende la responsabilidad de la libertad, está en muy graves problemas, que aún así, se pueden solucionar muy fácilmente, con una simple reestructuración de los esquemas mentales de la persona, o en este caso del pueblo.

Ahora, y aprovechando el espíritu reflexivo de estos doscientos años de independencia política, el país se encuentra ante una encrucijada: mantener el viejo espíritu de mediocridad, debilidad, inferioridad, vergüenza y paradójicamente también de corrupción, sinvergüencía y deshonestidad y ser el Viejo Paraguay, o tomar el ejemplo de países como Alemania o Japón, que se mantienen orgullosos, fuertes, competitivos, que por más que se vuelque el mundo contra ellos, igual se levantan, por lo que el mundo (esto es, las potencias económicas y políticas) se abalanza contra ellos y los destruyen hasta las cenizas, y aún así se atreven a convertirse en lo que ahora son: la cuarta y tercera potencia mundial, respectivamente. Tomemos el ejemplo de ellos y de muchos otros países, que con ferviente amor a su patria no se pasan dando discursos políticos, ni haciendo festejos en vano, sino trabajando y empeñándose en el trabajo por el bien de las futuras generaciones y ser un Nuevo Paraguay.

sábado, 7 de mayo de 2011

De los individuos y las naciones: El espectro cúbico.

Hace un tiempo he expuesto mi forma de interpretar el espectro político, convirtiéndolo en bidimensional. Sin embargo, hemos visto que de esa forma el nacionalsocialismo, el monarquismo y el comunismo, por ejemplo, ocupan una misma posición, así como el anarcocomunismo, el anarquismo puro y el anarcocapitalismo. Así también, que en la derecha ocupan un mismo lugar la corrección política y el conservadurismo, y en la izquierda ocurre lo propio con el socialismo y la oligarquía económica.

Así, hemos de ver que será necesaria una tercera dimensión, que será constituida por la concentración del poder y los derechos. Citando a la Wikipedia:

Aristóteles expuso en la Política la teoría clásica de las formas de gobierno, la misma que sin grandes cambios fue retomada por diversos autores en los siglos siguientes.
La célebre teoría de las seis formas de gobierno se basa en el fin del régimen político (bien común o bien particular). Los regímenes políticos que buscan el bien común (puros) son:20
  • Si gobierna una sola persona: monarquía
  • Si gobiernan pocas personas: aristocracia
  • Si gobiernan muchas personas: república
Y las degradaciones de estos regímenes políticos se traducen en:21
  • La degradación de la monarquía es la tiranía
  • La degradación de la aristocracia es la oligarquía
La corrupción de la democracia es la demagogia
Es decir, este eje es constituido por la libertad política.

Aplicando esto a cada vértice del espectro político bidimensional, obtendremos una mejor forma de visualizar las ideologías.

La forma menos concentrada de poder en el anarquismo sería en el anarcocomunismo (E), pero con un absoluto igualitarismo, inclusive con derechos animales. En contraste con el anarcocapitalismo (A), en el que se llegue al extremo de vivir de acuerdo a la ley del más apto, debido a la ausencia de regulaciones entre las personas.

En lo que sería una situación en que se elimina la libertad social, la forma más igualitaria de esta ha de ser la corrección política (F), incentivando la igualdad social de las personas. Pero al irse concentrando el poder vemos que se convierte en la derecha tradicional (B), donde el poder de administrar la libertad social se concentra en una única persona.

En el socialismo utópico tradicional (G) se busca una situación parecida al anarcocomunismo, pero dirigida por una única persona. Mientras que en socialismo moderno (C) se busca una absoluta igualdad de derechos.

En un totalitarismo comunista (H) se busca una absoluta igualdad entre las personas. Contrastando con el monarquismo (D), en la que absolutamente todas las decisiones son tomadas por una sola persona, en una sociedad piramidal con cúspide en el líder (déspota, dictador, monarca). Hacia tres cuartos del segmento DH, partiendo de D, se ubica el nacionalsocialismo, en el que se crea una oligarquía basada en criterio racial.

De esta forma podemos apreciar también que el eje tradicional izquierda-derecha es la diagonal mayor del cubo CF, y el eje transversalista AH es constituido por lo que ha dicho Aristóteles, es decir, a lo largo de la diagonal AH se ubican la anarquía, la república, la aristocracia y la monarquía.

Así se despide esta cortísima serie, espero que haya servido tanta maquinación de un joven con mucho tiempo libre. Nos vemos.

lunes, 18 de abril de 2011

Del periodismo en Paraguay y el nacionalismo.

De entre los canales de televisión en Paraguay, resaltan Telefuturo, Canal SNT (Sistema Nacional de Televisión), Canal 13, Latele, Red Guaraní, Unicanal y Paravisión, de los cuales muy probablemente Telefuturo y SNT son los que más rating tienen. El canal Telefuturo se enfoca más a ser un canal de telebasura, al igual que Canal 13 y en menor medida el SNT.

Hace relativamente poco tiempo es director del canal SNT un periodista argentino de nombre Jorge Pizarro que, a juzgar por los comentarios vertidos en su país natal, deja mucho que desear. Primeramente se dijo que prohibió a los periodistas del canal hablar en guaraní, lo cual me parece completamente absurdo. Pizarro negó que él hizo esa prohibición, sino que dijo que se deben de subtitular  los programas en guaraní, o las entrevistas a personas guaraníparlantes, en sus emisiones, pero no, el susodicho de plano prohibió el guaraní en el canal. A esto viene el hecho de que una periodista de Radio Venus virtió comentarios desafortunados en twitter respecto de eso, dando aprobación al hecho, pero eso no viene al caso.

Ahora, su última jugada ha sido, según se dice, eliminar de la grilla de programación del canal el segmento periodístico La revista de la semana, de Manuel Cuenca, destacado periodista de nuestro país, así como también su programa: excelente y muy importante para la cultura y la promoción del turismo en Paraguay. Según opiniones vertidas por el periodista, su segmento tenía de 5 a 8 puntos más de rating que el noticiero del canal, lo cual da muestras de su gran alcance en la teleaudiencia nacional.

Así, la población cibernauta del Paraguay, ya enardecida por la prohibición del guaraní, se embraveció mucho más por semejante atropello a un programa con muy buen nivel y buen rating y a un periodista excelente. Sus reacciones fueron diversas: pérdida de apoyo al Canal SNT en las redes sociales, campañas en contra del director del Canal, un gran apoyo a Manuel Cuenca y campañas para que las empresas auspiciantes del Canal dejen de hacer tal cosa.

viernes, 8 de abril de 2011

El lado oscuro de África


El seísmo que sacudió a Haití el 12 de enero del año pasado ha sido de intensidad 7, como otros muchos que han sacudido a lugares muy distintos del planeta. Y, a pesar de las destrucciones y de la elevada cifra de víctimas, las destrucciones provocadas por el tsunami de 2005 en el sudeste asiático fueron incomparablemente mayores. El terremoto que sacudió Sumatra en septiembre pasado era de magnitud 7,6 y el de Tonga, en pleno Pacífico, alcanzó el pasado 19 de marzo una magnitud 7,9.
Terremotos ha habido muchos como el de Haití, y en zonas geográficas muy distantes entre sí. Pero sólo en Haití se ha producido una catástrofe humanitaria de dimensiones impresionantes y un estallido de los saqueos y la violencia. ¿Qué diferencia hay entre todos estos terremotos y el Haití? Solo hay una: el factor cultural.
Se diría que los africanos (y por qué no, los latinoamericanos, aunque en menor medida) reaccionan anárquicamente ante las tragedias y muestran una incapacidad congénita para reaccionar ordenadamente por sí mismos. Desde el momento en que se produce la tragedia el destino de los afectados depende de la “ayuda exterior” y para que ésta llegue a las víctimas, el primer impedimento son los gobiernos locales. En Haití se da la circunstancia de que no hay un gobierno digno de tal nombre, ni poder, ni autoridad reconocida. Esto comparado a la prolijidad japonesa ante el terremoto que sucedió el 11 de marzo este año en Japón, y que produjo aquel devastador tsunami. Los videos de las cámaras de seguridad muestran a los ciudadanos japoneses salir en fila, ordenadamente, de los trenes, edificios, o donde sea que estén. Tampoco se ha registrado ni un solo saqueo debido a la catástrofe, todo esto tiene una sola causa: la cultura.
De Haití, fácilmente podemos saltar a hablar de África. Como ya hemos visto anteriormente, ciertos países allá están prendiéndose del espíritu emprendedor, aún así en promedio sigue estando mal. Podemos clasificar África en tres áreas geopolíticas perfectamente diferenciadas: la Sahariana, la Subsahariana y Sudáfrica. El integrismo islámico, fanático e intolerante, está a la ofensiva en los países saharianos: el Magreb convertido en una olla a presión sin válvula de seguridad, y a la carga de subir al poder en países con languidecientes regímenes lacayos de alguna de las potencias mundiales, o incluso ya caídos algunos, como ser Túnez, Egipto y Libia.
El Africa Subsahariana afronta una situación hasta más dramática. Esta zona, que ha sido llamada “el estómago vacío de África”, se está viendo afectada enormemente por pandemias, guerra civil y hambre. En algunos países del Africa Francófona (Malawi, Zimbawe, Uganda, Zambia, Malí, Costa de Martil) la incidencia del SIDA y de sus enfermedades tópicas, afecta entre el 15 y el 25% de la población: el 75% de los afectados presuntamente por el SIDA en todo el mundo proceden de estos países. La zona es teatro de guerras étnicas y conflictos fronterizos, frecuentemente genocidas. La mortalidad infantil es 11 veces superior a la de Europa y la esperanza de vida apenas llega a 50 años. Se estima que el África subsahariana tardará 100 años en desarrollarse a un buen nivel, suponiendo que a partir de ahora mejore su situación.

Finalmente, en Sudáfrica la población dispone de mejores condiciones de vida, tal vez las mejores en África, pero no hay que perder de vista los conflictos interétnicos anunciados en el horizontes. Los zulúes reclaman un Estado propio y son cada vez más los blancos que quieren el “Volkstaad”. La criminalidad ha irrumpido en todo el territorio Sudafricano y grandes empresas se han retirado del país o han cortado las inversiones, tras haber visto a sus directivos asesinados por delincuentes comunes, como el caso del delegado de Volkswagen.

En 1995 se creó la Comunidad Económica y monetaria de África del Oeste, intento de construir un mercado integrado, compuesto fundamentalmente por países francófonos. Los promotores piensan que el ejemplo puede cundir en otras zonas de África y aseguran que en poco tiempo podrán ponerse en pié iniciativas similares con voluntad integradora y desarrollista. En 15 años, los hechos no le han dado precisamente la razón a esta "comunidad".

Pero también existe la tendencia contraria. África ha sido siempre teatro de conflictos interétnicos mucho antes de que los blancos aparecieran por la zona. Tras la colonización, lo que quedó fueron unas naciones carentes de fundamentos históricos, unidad étnica y conciencia nacional, con equilibrios inestables que, demasiado frecuentemente, se rompían. El apartheid sudafricano hizo olvidar, momentáneamente, la intolerancia y el racismo existen entre étnicas vecinas, pertenecientes al mismo país. Hutus y tutsis, fangs y bubis en Guinea Ecuatorial, bantúes y zulúes en la República Sudafricana, etc. frecuentemente se han visto enzarzados en luchas tribales que han concluido en suicidios nacionales.
Y no parece claro que la integración vaya a imponerse sobre los conflictos interétnicos en el próximo futuro, para ello sería preciso que África experimentará una transformación profunda y de “zona subdesarrollada” se convirtiera en “zona en vías de desarrollo”, pero eso es impensable al menos hasta el 2050, salvo en determinados islotes de modernidad. La realidad es que África ha sido abandonada a su suerte ¿por qué?

Mientras duró la “guerra fría”, África fue escenario de operaciones. La ruta de los petroleros que transportaban crudo desde el Golfo Pérsico hasta Europa, bordeando el Cabo de Buena Esperabza, era codiciada por la URSS. Fue así como el imperio soviético puso toda la carne en el asador para ganar la partida a Occidente en Angola y Mozambique, Sudáfrica, Guinea y, con Argelia interpuesta, en el ex-Sahara español. El objetivo soviético era disponer de regímenes aliados en la “ruta del petróleo” que le permitieran cortar el suministro de crudo a Europa. Occidente reaccionó ante esta estrategia acentuando su presencia en África, apoyando a élites dirigentes, obviamente dictadores, concediendo préstamos y estimulando el desarrollo, interviniendo militarmente  cuando hizo falta o enviando bandas de mercenarios creando, en definitiva, una situación neocolonialista.

Cuando cayó el imperio soviético, las cosas cambiaron dramáticamente para África. De ser teatro principal de operaciones, acosada o cortejada por uno u otro bando, África pasó a ser un paria internacional. Buena parte del continente, especialmente el área sub-sahariana del interior, fue juzgada “inútil para la economía mundial” y “estratégicamente irrelevante”, ergo se la abandonó a su suerte.
No es de extrañar que estos últimos veinte años hayan supuesto para África, una larga agonía. Con guerras civiles, extremadamente calientes en Liberia, Somalía, Angola y Ruanda, conflictos fronterizos y reivindicaciones territoriales entre prácticamente la totalidad de sus Estados (en 1993 estallaron choques entre Costa de Marfil y Ghana a consecuencia de un partido de fútbol), con un crecimiento demográfico espectacular (cinco niños por cada mujer como promedio), el futuro de áfrica es hoy tan negro como la piel de sus habitantes

A partir de 1990, consorcios japoneses iniciaron la compra masiva de grandes extensiones de terreno en Zaire y la República Centroaricana, convencidos de que en cincuenta años, la población africana quedaría mermada hasta el 50% en el curso de hambrunas, epidemias, guerras civiles y otras catástrofes, y aquellas zonas semi-deshabitadas constituirían un marco ideal para el envío de excedentes de población del archipiélago japonés.
Unos pocos y limitados islotes de consumo y bienestar se perfilan en la geografía africana. Algunas grandes capitales bañadas por el Atlántico, pertenecientes a países proveedores de materias primas, pueden ser la contrapartida a la miseria del interior y a la de sus propios cinturones de pobreza. Lagos, capital de Nigeria, el país petrolífero africano, cuenta hoy con 9 millones de habitantes, dentro de 20 años su población se habrá multiplicado por tres y será la tercera aglomeración mundial. Un hormiguero de estas dimensiones, ¿podrá satisfacer las necesidades de todos sus habitantes?; por acelerado que sea el crecimiento económico, ¿no terminarán por generar conflictos sociales que se unirán a las rivalidades éticas? Y no digamos si no hay desarrollo económico como ocurre en la actualidad. El cóctel no puede ser más explosivo.

En los años sesenta se aceleró el proceso de independencia de las colonias europeas en Africa. Cincuenta años después hay que reconocer que Africa ha empezado mal su andadura: élites corruptas, dictaduras inmisericordes, violaciones continuadas y flagrantes de los derechos humanos, simulacros de democracia, éste puede ser un balance político poco alentador, especialmente en lo que se refiera al Africa Subsahariana. Lo ocurrido en Guinea Ecuatorial o en el ex-Sahara Español es significativo de lo que ha sucedido un poco por toda África.
En cuanto a posibles soluciones para África, la ayuda económica se ha mostrado inútil para solucionar los problemas de África y ha contribuido solamente a estimular la corrupción entre las élites locales. Ayuda enviada, dinero tirado. Los productos que se envían como ayuda humanitaria gratuita, aparecen inmediatamente en los mercados a precios abusivos.

Mientras eso ocurre las zonas de África más castigadas por el desgobierno, las epidemias, los confictos inter-étnicos y las hambrunas deberían ser tuteladas por organismo internacionales, con autonomía operativa suficiente como para no verse cometidos al control de las élites corruptas locales y de las potencias neocolonalistas. Esto puede ser considerado un menoscabo a la “independencia nacional” de algunos países, pero hace falta preguntar a las poblaciones si, verdaderamente, tienen algún tipo de conciencia nacional, y si lo más acuciante para ellos no es hoy el cubrir sus necesidades vitales más inmediatas.

Única solución: la recolonización. Si los países africanos no son capaces de organizarse (siempre hablando en líneas generales, ya hablamos de ciertas excepciones) será necesaria la intervención de un poder exterior que lo haga por ellos. Dado que nadie da algo a cambio de nada, sería necesario establecer una contrapartida que solamente puede ser una cesión de soberanía, esto es, reorganizar África sin obstáculos generados por las redes de intereses de los jefezuelos de tribu locales. Es absolutamente indignante que ocurra como hoy que la “ayuda al desarrollo” y la “ayuda para combatir la pobreza” termina en las cuentas cifradas en Suiza de los jefezuelos locales. Hay que ser sinceros y realistas: es intolerable que los productos enviados para paliar el hambre y combatir las enfermedades se desvíen hacia los mercados africanos y se vendan, incluso a precios abusivos. Para eso más vale no enviar ayuda. Si quieren ayuda tienen que renunciar a algo: a su soberanía y a sus gobiernos corruptos.

A este proceso le podemos llamar “recolonización”, sin complejos y sin miedos a lo políticamente correcto. La disyuntiva es esta: o África muere y agoniza durante todo el siglo XXI, o renuncia a su “independencia”, esto es a que sus élites políticas saqueen a sus países, y asuma una dirección político-económica occidental. Occidente no debe nada a África, salvo haber creado infraestructuras durante la colonización que  fueron abandonadas y destruidas al concederse la independencia. Desde entonces África ha quemado cientos de miles de millones en “ayudas”. Y hoy su nivel de vida está por debajo del que tenía en los años 60, cuando la colonización. Así pues, ayuda a cambio de manos libres para reorganizar África, con todo lo que ello implica.
No falta quien hable de explotación al África, y recuerde precisamente lo sucedido en la época de la colonización, sin embargo los tiempos cambian, y creo que Occidente está maduro como para gobernar estos territorios ingobernables.
Así, Occidente debe hacer cosas como redibujar el mapa africano, ya que los límites de los Estados no coinciden ni de lejos a las fronteras que realmente diferencian a las naciones africanas y hacer hincapié en el aspecto educativo, básico para el desarrollo de cualquier nación, muy importante enfatizar la educación en la cultura democrática, por ejemplo, en este hipotético escenario de recolonización. 
Va siendo hora de la sinceridad. La inmensa mayoría de los estados africanos no son capaces de organizarse a sí mismos. Lo han demostrado hasta la saciedad. ¿Durante cuánto tiempo seguirán arrojados a la basura los fondos y la ayuda enviada por Occidente? Una catástrofe humanitaria no puede ser el chantaje emotivo y sentimental para que dure esa ficción de la “ayuda a África”. Hay que afrontar la realidad: no pudieron valerse por sí mismos, y políticamente medio siglo de independencia ha constituido el fracaso histórico más grande que haya registrado la humanidad.

domingo, 13 de marzo de 2011

De las rebeliones.

El inicio de las rebeliones en los países árabes se atribuyó a internet y a las redes sociales. Facebook y Twitter fueron, según se dijo, los causantes para la convocatoria de los jóvenes, al comienzo, y luego de la población en general que se enfrentó a viejas, corruptas y brutales dictaduras. Sin duda alguna internet posibilitó la comunicación entre quienes, finalmente, tumbaron a sus respectivos gobiernos. Pero categóricamente no pueden ser la causa de las movilizaciones populares.

Comparemos con otros grandes acontecimientos de convocatoria espontánea: el pueblo de París que el 14 de julio de 1789 asaltó la Bastilla y la consecuencia inmediata fue la abolición de toda clase de vestigio de Antiguo Régimen; la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, y una serie más de conquistas para la causa de la libertad. 


Los movimientos revolucionarios son espontáneos: la población se va hartando de los dueños del circo, como un volcán dormido. Muchos dictadores se engañan con el comportamiento pasivo de sus rebaños, como los ven pastar apacibles. En la seguridad que van a reprimir cualquier manifestación a través de las armas, robustecen sus efectivos y arman hasta los dientes sus organismos de seguridad. Con estas medidas se echan a dormir tranquilos. Pero los hambrientos no duermen, esperan el momento.

En las dictaduras socialistas aún no hubo revueltas al nivel que hubo en Túnez, Egipto y Libia
. Ante cualquier signo de búsqueda de libertad, lo que cabe, en lugar de buscar soluciones, es reprimirlos.


Pero está la mayoría silenciosa que espera sin quejarse. Esta mayoría es la que, en algún momento, ganará las calles de Beijing, Shangai, Pyong-Yang y otras tantas ciudades de pueblos oprimidos. La corrupción, la injusticia y la humillación convocan más que las redes sociales.

jueves, 24 de febrero de 2011

Sobre el dictador al-Gaddafi

Muammar al-Gaddafi es un militar libio, líder de facto de su país desde el 1 de septiembre de 1969. Aunque oficialmente no ocupa ningún cargo público, se le atribuye el título honorífico de "Líder de la Revolución" o "Hermano Líder y Guía de la Revolución", según declaraciones del gobierno y funcionarios de prensa.
En los últimos tiempos ha conseguido una asombrosa rehabilitación por parte de las potencias occidentales, que repentinamente sacaron a su país de la categoría de "paria" a la de miembro pleno de la "comunidad internacional", tránsito que se ha saldado con la visita a Trípoli de políticos occidentales de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia y Alemania. Por esa razón Muammar Gaddafi ha sido calificado tanto de líder hábil y coronel revolucionario e idealista como de dirigente imprevisible, temido y déspota.


Es curioso que los socialistas ahora cambiaron su forma de hablar de al-Gaddafi, pasó de ser un "líder revolucionario" (y si era un dictador sudamericano lo iban a tildar de "bolivariano"), a "tirano", sin mencionar que es de la ideología socialista, y que incluso varias veces Estados Unidos ha intentado derrocarlo. Aunque están otros socialistas que aún ahora lo siguen apoyando, diciendo que los manifestantes son agentes pagados por el grupo que orquesta el NWO: Imperialismo-Mossad-Israel-FBI-CIA-EE. UU.-Banca-Masonería-Bilderberg-Illuminati, apreviado IMIFBICIAEEUUBMBI.

Es realmente interesante ver la hipocresía de los primeros y el cinismo de los segundos.

viernes, 11 de febrero de 2011

Dimite Hosni Mubarak.

Desde 1953 (caída de la monarquía egipcia) Egipto sólo tuvo 4 presidentes: Naguib (53-54), Nasser (54-70), Sadat (70-81) y Mubarak (81-11), y hace 23 minutos ha sido anunciada la dimisión de Hosni Mubarak por José Levy (periodista de CNN) en el twitter, y el que el Parlamento egipcio ha sido disuelto por la cúpula militar que detenta el poder ahora. Esto va a acarraer interesantes consecuencias geopolíticas.

En el caso que se hagan elecciones verdaderamente libres hay una terrible posibilidad que accedan al poder fundamentalistas islámicos. Esto a su vez puede provocar problemas para Occidente, pero ha de venir bien para Oriente, van a tener como aliado al país árabe con mayor población, el que posee el canal de Suez y también tiene frontera con Israel.

A mí como occidental no me parece muy bien, uno puede pensar que poniéndome en los zapatos de un egipcio me alegraria porque mi país ha de tener más influencia internacional. El fundamentalismo islámico, al más puro estilo Ahmadineyad, no garantiza la libertad del pueblo. Sin embargo nada aún está dicho, y puede que no sea como yo diga, y ojalá que no lo sea.

En cualquier caso, quisiera que también caiga la Casa de $aud/Arabia $audita/$audi Aramco, que el pueblo quite del poder a estos fundamentalistas islámicos wahabbíes.

Actualización: Suiza bloquea las cuentas bancarias de Mubarak. El diario cubano Granma no informa sobre la caída del dictador egipcio.

jueves, 3 de febrero de 2011

El socialista y el capitalista.

El mundo actual está dividido en dos sentidos: el mundo social, que es el enfrentamiento milenario Oeste y Este: Egipto vs Babilonia, Grecia vs Persia, Roma vs Partia, Europa vs Califato, EE. UUy aliados vs URSS y aliados, EE. UU. y aliados vs China y aliados; y el mundo económico: Norte y Sur: Primer mundo frente a Tercer mundo.

Los socialistas tienden a defender al Este en la guerra en el eje social y al Sur en el eje económico, los "conservadores" hacen lo propio con el Oeste, pero defienden al Norte o al Sur de acuerdo a donde vive, es decir, de acuerdo a sus intereses. Esto es algo lógico, cualquier persona o grupo protege y defiende sus intereses, pero vemos que los socialistas que viven en Occidente defienden la tiranía china, la iraní, la norcoreana, la cubana, la venezolana y otras tantas, en lugar de defender sus propios intereses, esto me lleva irremediablemente a una pregunta: ¿por qué?

Supongo que me van a contestar que es por ética, pero veo absolutamente antiético proteger dictaduras del tipo que las que cité. La respuesta que creo que es más adecuada es que lo hacen por ir en contra del sistema, simplemente poruque son una generación ignorante, que no desea aprender de la historia, sino criticarla.

Creen que a lo largo de 100.000 años de historia humana todos hemos estado equivocados y debíamos ser comunistas, esto porque no conocen todo el esfuerzo realizado para llegar al punto en que estamos ahora, por eso el símbolo por excelencia del socialista es el ricachón hijo de papi, que se le concedió todo lo que quería. Papi Estado le concedió pensiones, jubilaciones, casa, libertades, seguridad, y terminan de esa forma. Sin embargo, el símbolo por excelencia del capitalista es el emprendedor, el hombre hecho a sí mismo, que del desastroso mundo heredado de la edad media ha podido contruir, con sangre, trabajo, sudor y lágrimas, la civilización occidental contemporánea.

lunes, 31 de enero de 2011

De las revueltas en Túnez, Egipto y otros países árabes.

Indudablemente me ha de alegrar que verdaderamente esto resulte en democracia, pero por ahora prefiero ser escéptico a todo esto. Los analistas políticos hablan de una "revolución democrática árabe", pero prefiero mantenerme cauteloso frente a esto, sobre todo al ser los Hermanos Musulmanes uno de los principales grupos instigadores de la rebelión.

Los hechos acaecidos en Túnez ahora son otra clara confirmación de la famosa cita de Karl Marx "La religión es el opio del pueblo". Ahora han subido al poder los islamistas. Me hace recordar la revolución iraní de 1979. La democracia no funciona sin mentalidad democrática, y los pueblos islamistas tienen una mentalidad servil, ideal para cualquier régimen autoritario, sea de la corriente que sea.

En cuanto a la censura de internet en Egipto, veo curioso que en China se dio el caso contrario: se censura Egipto en internet, lo cual me es de extrañar, sabiendo que China es paladín de la libertad y la democracia en las naciones, frente a la malvadisísima tiranía de Estados Unidos. Asimismo, también me es curioso que nuestros amiguetes socialistas no se hagan eco de que uno de los países árabes que más fuertemente reprimió las protestas fue Palestina.

viernes, 28 de enero de 2011

Paraguay reconoce a Palestina como Estado

No he de hacer una entrada larga ahora, sólo lo hago para notificarles que Paraguay reconoce a Palestina como Estado, como ya leyeron. Es lo único que faltaba. Lugo no tenía que quedarse atrás y tuvo que hacer lo que hicieron sus amos en Brasilia y Buenos Aires. Pero bueno, sé que como Fernando "Cabeza" Lugo es fiel seguidor de la teología de "liberación", tuvo que haber hecho eso.

En el mundo hay estados que nadie reconoce pero llevan ahí décadas, existiendo de facto. Es el caso de la autodenominada República Turca del Norte de Chipre, reconocida solo por Turquía pero vivita y coleando desde la invasión turca de 1974, así también Somalilandia, uno de los países en que mejor se vive en África, pero no tiene ningún reconocimiento internacional. Hay otros estados proclamados que tienen cierto reconocimiento internacional pero solo existen sobre el papel, como Somalía que es considerado el país más corrupto del mundo porque su Estado no tiene ningún tipo de control en su territorio, ironías de la vida.

Asimismo Palestina también es un Estado de iure que existe desde 1998, su declaración de independencia fue en Argel, Argelia. Control no tiene sobre su territorio, cualquier otra nación que intenta independizarse, como Somalilandia (que por cierto es un excelente país, sólo que nadie lo reconoce) está mucho mejor organizado. Tampoco tiene lo más importante para justificar un Estado: una nación a la que controlar, ya que no existe un pueblo palestino, son árabes sin más, el problema es que fueron expulsados de los países musulmanes, sus "queridos hermanos", lo cual siempre me extrañó, y es lo que les impulsa a tener su refugio. Asimismo, cuanto Jordania controlaba Cisjordania y Egipto lo propio con Gaza, nadie se preocupó de un Estado Palestino, no le veo la gracia a la situación.

Fuente.

¿Que la democracia solo funciona en Occidente?

Recuerdo a los políticamente correctos diciendo que los gobiernos de los países árabes eran parte del grupo de los leones africanos, y que yo no quise hablar de ellos en aquel post sobre ellos porque son dictaduras socialistas que algún día han de caer, dicho y hecho.

Recuerdo también que los socialistas decían que debemos "respetar" a los gobiernos árabes, ya que la democracia es sólo cosa de Occidente. Tal cosa es absurda, cualquier persona normal anhela libertad, la desea, y me da asco el ver como niegan la libertad a ellos, bajo esa misma idea se puede justificar la esclavitud.

De la misma forma que han caído los bloques totalitarios 1 (países monárquicos del Norte de Europa y sus colonias), 2 (países monárquicos del Sur de Europa y sus colonias), 3 (países socialistas de Eurasia septentrional), ahora está avecinándose la caída del bloque totalitario 4 (países socialistas de Medio Oriente). Aunque me entristece la gente que vive en los bloques totalitarios 5 (países socialistas de Extremo Oriente) y el reavivado bloque 2 (países socialistas de Latinoamérica), espero que se animen a luchar contra sus respectivos gobiernos, y por sobre todo, espero también que el Occidente democrático apoye estas luchas, pero eso ya es soñar demasiado, y me conformaría con que se liberen esos pueblos.

Ahora bien, hay un problema grave en el bloque totalitario 5: faltan pensadores, y eso se debe principalmente al hecho que están encadenados por el aliado típico del totalitarismo: la religión. En el caso del bloque totalitario 4 es el islamismo, su paralelo en los ex-bloques totalitarios 1  y 2 es el catolicismo. Tan rápido como los ilustrados del bloque totalitario 1 se habían librado del yugo del catolicismo degustaron la libertad. Eso es lo que falta en el bloque totalitario 4, y faltó en el bloque totalitario 2, que vendrían a ser los países latinos del sur de la península europea y sus colonias, vemos que allí faltó gente ilustrada, ciertamente habían, pero fueron muy pocos y sus ideales rápidamente se perdieron, lastimosamente es muy posible que eso suceda en el bloque totalitario 4 y que redunden cayendo nuevamente en la dictadura, tal como pasa ahora con Italia, Venezuela y otros tantos países latinos. Sin embargo, aún están a tiempo de cambiar las cosas los pueblos ahora en rebelión.

domingo, 9 de enero de 2011

Una síntesis de la derecha y la izquierda

Bien, aquí he de hablar de la izquierda y la derecha tradicionales, como no me gusta ni sé hacer protocolos, pues ya principio mi análisis, comenzando por la derecha:

Generalmente, cuando se piensa en derecha, se piensa en "conservadurismo" o "tradicionalismo", y al pensar en la izquierda se piensa en "revolucionariedad", por ejemplo, los "conservadores" en la época de Julio César eran los republicanos y los "revolucionarios" eran los monárquicos, pero bien, retrocediendo un poco en el tiempo, vemos que en la época de Bruto, el primer cónsul de la República Romana, los "conservadores" eran los monárquicos, y los "revolucionarios" eran los republicanos. De esta manera vemos que esta pseudodiferencia entre ambos es relativa al cambio, nada más alejado de la realidad, las diferencias, como ya vimos, consisten en la administración de las libertades.

La diferencia entre el tradicionalismo, el nacionalismo y el separatismo es que el tradicionalismo mira hacia el pasado, y lo convierte en ideal, el nacionalismo por su parte intenta mejorar el país, si hay una costumbre mala, entonces ésta se deshecha por el bien del país, el nacionalismo mira al futuro, el separatismo a su vez desea escindir a una región de su nación porque no puede o no desea amalgamarse a esa nación.

Pensemos en la historia, a lo largo de la historia la humanidad se ha ido uniendo por necesidad, veamos: al paleolítico lo asociamos al tribalismo, al neolítico con aldeas, a la antigüedad con ciudades-estado, al medioevo con feudos, a la edad moderna con la transición de feudos a estados-naciones, y actualmente estamos consolidando los estados-naciones, y a su vez en proceso de unificación de naciones a través de uniones supranacionales. Podemos ejemplificar simplemente así: en su racionamiento, "x" grupo o grupos de personas notaron que les vendría mejor a ellos unirse que mantenerse separados, en su libertad lo hicieron, de acuerdo a un simple cálculo de costos y beneficios.

El separatismo sin embargo no es nacionalista, es anarquista, ya que en este se toma el camino contrario que el nacionalismo, el separatismo es atomización de los Estados en sus regiones, y podemos suponer que a su vez en la región ya atomizada haya diferencias socioeconómicas entre sus distritos, convirtiéndose así el separatismo en una espiral de anarquismo.

Ahora bien, para que un grupo humano funcione, sus integrantes (sean individuos o grupos humanos que se han unido) deben haberse consolidados y estandarizados, es decir, deben estar al mismo nivel, o a un nivel semejante, sino están condenados a fracasar, como vemos que sucede ahora con la Unión Europea: en ésta se unieron países que aún no pudieron consolidarse como naciones de éxito, los conocidos PIIGS, con naciones de las más poderosas y ricas del mundo, tales como el Reino Unido, Francia y Alemania. Tal es el error de la planificación humana.

Esto demuestra que lo que el orden espontáneo o mano invisible existe, ya que cuando este entra en acción, sea para individualizar o gregarizar, funciona, y he ahí el error de la izquierda, ya que ésta pretende dirigir la economía, y sí o sí va a fracasar porque no cuenta con el conocimiento empírico de cada persona que sostiene al orden espontáneo, intenta dirigir el movimiento de cada hormiga, cuando éstas al estar libres saben lo que deben hacer de acuerdo a sus propias circunstancias.

El tradicionalismo, por su parte, apela al pasado, en contrapartida, el nacionalismo a la razón, ya que es más beneficioso para un grupo humano unirse a competir. El tradicionalismo apela al pasado, el nacionalismo al futuro. El tradicionalismo busca simplemente el populismo, al contrario que el nacionalismo que tiene un mensaje cargado de elitismo, ya que conlleva a trabajar para lograr un futuro. De la misma manera que el izquierdismo, el tradicionalismo derechista busca planificar la sociedad socialmente (valga la redundancia).

La izquierda tradicional quiere cambiar el sistema que progresa y sustituirlo por uno que retrocede, es más, retrocede hasta el inicio de la civilización, ya que en la historia ocurrieron injusticias, sean estas injusticias "de derecha" (dar lo que no se merece, no dar lo que se merece) e injusticias "de izquierda" (no dar por igual). De esta manera, el izquierdismo plantea "resetear la historia" de forma rápida, y algunas veces violenta, esta es la característica que ellos nominan como "revolucionariedad" (contrariamente a la racionalidad de la derecha del orden espontáneo, según la cual es progreso es algo lento y trabajoso) Vemos así que el izquierdismo es antiprogresista, y si recordamos la síntesis histórica de unos párrafos arriba, veremos que en última instancia el izquierdismo es conservador, y el nacionalismo espontáneo es progresista.

Podemos aplicar lo mismo entre los sistemas socioeconómicos en que haya libertad económica y no social, lo mal llamado derecha conservadora. Al no haber, o haber poca libertad social, entonces el Estado es el que toma las riendas del aspecto social de la sociedad, y lo puede hacer para varias cosas, como para regular la ética (conservadurismo tradicional) o también para alcanzar igualdad social entre las clases sociales: la clase alta social es la minoría culta, y la clase baja social está constituida por las masas, que las clases sociales no son ricos y pobres, esas son clases económicas, y el movimiento que busca el igualitarismo entre estos últimos es el socialismo económico. Vemos así que el relativismo cultural, el relativismo moral, la corrección política, entre otros, son ideas dentro de la derecha.

Ahí nos vemos.

viernes, 7 de enero de 2011

Los leones africanos: mineros del África negra

Toda la vida la prensa nos regaló la imagen de que África es un continente lleno de niños hambrientos, ícono del salvajismo del capital, pero bien, hay países del continente negro que decidieron hacer las cosas bien, progresar, dejando de lado las guerras civiles y tal que asfixian a sus vecinos, son los leones africanos, en obvia referencia a los tigres asiáticos: Sudáfrica, Mauricio y Botswana, en el África negra, y Egipto, Argelia, Libia, Túnez y Marruecos en el Magreb. Bien, vamos a hablar de los primeros.

De Sudáfrica se ha hablado mucho ya, sobre todo en este último año, y en nombre de la pereza no pienso hablar de cuestiones como su historia, que son sobremanera conocidas, por lo que voy a dar un rápido paso por este país: comprende el 25% del PIB de África, asimismo, su industria es una de las más diversificadas del continente, destacando la minería: Sudáfrica es el mayor productor de oro, cromo y platino del mundo y uno de los mayores productores de diamantes del mundo. La tasa de desempleo es del 25% de la población sudafricana. Está en el puesto 27º en cuanto a PIB nominal,  en el 24º en cuanto a PIB por PPA, en el 78º en cuanto a PIB nominal per cápita y en el 72º en cuanto a PIB por PPA per cápita.

Mauricio es un pequeño país marítimo consistente en la isla homónima, Rodrigues, las Agalegas y las pequeñas islas llamadas Rocas de San Brandón, muy conocido por haber sido el hogar del dodo.

Estas islas habían sido colonizadas primeramente por los holandeses, la mayor isla fue llamada Mauricio en honor a Mauricio de Nassau. Fue abandonada debido a los bruscos cambios climáticos. Posteriormente llegaron los franceses y, como era de esperarse, los ingleses se las arrebataron luego de un par de batallas navales. Este país consiguió su independencia en 1968, y actualmente es gobernado por el Movimiento Militante Mauriciano, el partido hermano del Movimiento Socialista Mauriciano.

En sus inicios, el país vivía de la agricultura y ganadería de subsistencia, como muchos otros países africanos,  y ahora tiene un IDH 0,7 “alto” de acuerdo a los estándares internacionales, asimismo, su PIB por PPA per cápita es de 13.615 dólares, y un crecimiento del PIB nominal de 5 o 6% anualmente.

En el país se está desarrollando rápidamente los sectores industrial (destacando la química y petroquímica) y el comercial-financiero, sostenido principalmente por los inversores extranjeros, en su mayoría indios y sudafricanos, aprovechando su posición en el océano índico. Paradójicamente, las políticas económicas adoptadas por el gobierno socialista de Mauricio consisten en atraer al malvado imperialismo liberal que oprime a los países contribuyendo para su economía. Al hablar de islas tropicales no podemos pasar por alto la gran importancia que tiene el turismo para la economía de estos países: la wiki afirma que este país tiene el sobrenombre de Isla Playa. 

Mauricio no es precisamente un país minero, pero bien, gran parte de los países del África negra lo son.

Bien, continuemos por Botswana: antes de ser colonizados por imperios imperialistas, en el país vivía la tribu tswana, subsistiendo a través de la agricultura y la ganadería, al ser colonizada por el Imperio imperialista británico en 1885, no se le dio importancia, siendo nada más que un punto de tránsito hacia Sudáfrica, esto redundará en beneficios para esta nación como podrán imaginarse. En 1964 inicia un proceso independentista pacífico, que culmina en 1966, a partir de allí, han gobernado democráticamente cuatro presidentes, así es, Botswana tiene el honor de ser el único país africano que no tuvo golpes de Estado (cabe aclarar la posibilidad de reelección por dos periodos presidenciales más). En 1971 se descubrieron yacimientos de diamante en el país, y el malvadísimo gobierno de Botswana no tuvo mejor idea que apoyar la inversión extranjera en la explotación de sus minas. Pero no todo es minería, por norma, en el mundo ciertos animales están en peligro de extinción, se suele prohibir su caza etc., pero Botswana le encontró el lado capitalista al ecologismo: ellos crían a estos animales, por ejemplo, al elefante africano.

Como vemos, Botswana soporta un gobierno explotador (de minas de diamante), esto produjo en un crecimiento sostenido del PIB en un 8%, hasta los años 2000, a partir de los 2000 el gobierno se propuso diversificar la economía nacional, principalmente hacia los sectores turismo y servicios. La deuda externa del país representa el 1,57% de su PIB en 2007, este último de 26 millones de dólares. La pobreza cayó, del 57% en 1985, al 30% en 2002, estando en desempleo el 7,5% de la población en 2007.

Obviamente no todo es color de rosas, ni mucho menos, no debemos olvidar que esta nación es una de las más azotadas por la pandemia del sida, aproximadamente el 30% de la población sufre de este mal. Pero sin duda es uno de los países más exitosos del África. Contrasta irónicamente con su país vecino, Zimbabwe, uno de los más pobres del continente negro, que sufre de una de las peores dictaduras socialistas de la citada región geográfica, cabe destacar su inflación de 14.000.000%, no es un error: catorce millones de puntos porcentuales, en este país se comercia con trueque imagino.

Bien, culminamos así el recorrido por los leones mineros del África negra, me alegro por ellos, aunque lo que más me habría de alegrar es que se hable de jaguares americanos. Pero los leones africanos aún tienen mucho trecho por recorrer, ojalá que logren desarrollar un buen nivel de vida, para demostrarle a la izquierda sentimentalista que el capitalismo no subsiste explotando gente, sino explotando minas, entre otras cosas.

domingo, 2 de enero de 2011

De los individuos y las naciones: Las ideologías

Ahora vamos a desmenuzar las ideologías libertarias:

Debido a que el término "liberal" actualmente se usa para una gran cantidad de ideologías muy diferentes, para nombrar al "verdadero liberalismo" se lo llama libertarismo. La Wiki define el libertarismo como:

El libertarismo (del inglés libertarianism, traducido al español en ocasiones como libertarianismo o liberalismo libertario), es una filosofía política que afirma la vigencia suprema de la libertad individual (o libertad negativa), es decir, el derecho del individuo sobre sí mismo, cuyo límite no es otro más que el derecho ajeno. El sustento de la ideología libertaria es la filosofía individualista, la política antiestatista y la economía capitalista laissez-faire, en razón de que para los libertarios, toda relación humana debe ser producto de pactos voluntarios y la fuerza sólo puede emplearse legítimamente contra otros de manera defensiva o ante el incumplimiento de un acuerdo (principio de no agresión).

Aquí vemos que el libertarismo es una ideología que supone la racionalidad humana, y en base a esto se puede permitir darle libertad a las personas, en ambos sentidos: social y económicamente, así el Estado no tiene mucho de qué preocuparse.

En cuanto el Estado pierde poder, automáticamente aumenta el poder de los individuos de otros Estados de intervenir la libertad de los individuos del Estado en cuestión, esto en principio es un gran beneficio para el país, ya que significa que hay individuos trabajando por ella en lugar de trabajar sólo por su país, pero yendo a extremos puede ser muy perjudicial: un ejemplo típico para esta situación es el gran poder que poseyeron los trusts a principios del siglo XX, inclusive provocando guerras con único fin de vender.  (De los anarquismos voy a hablar más tarde). De esta forma, modificamos nuestro gráfico en función, no a la libertad, sino al poder:


Vamos a proseguir por el conservadurismo, que la wiki la define así:

En el contexto político, se denomina conservadurismo o conservatismo a aquellas opiniones y posicionamientos, generalmente de centro-derecha y derecha, que favorecen tradiciones y que son adversos a los cambios bruscos o radicales. En lo social, los conservadores defienden valores familiares y religiosos. Generalmente el conservadurismo se asocia al nacionalismo y el patriotismo. En lo económico, los conservadores históricamente se posicionaron como proteccionistas —en oposición al librecambismo económico—.

La propia wiki prosigue aclarando que esta definición es muy vaga, ya que en tiempos de Gorbachov, los conservadores serían los estalinistas, siendo esto absurdo. Podemos definir el conservadurismo en términos de lo que venimos hablando:

El conservadurismo es la ideología política en la que se permiten libertades económicas para los individuos, pero el Estado pretende regular las libertades sociales de estos.

Esta definición a su vez engloba el nacionalismo, ya que si se elimina la libertad social de un grupo, automáticamente se adquiere una conciencia gregaria, esto es, de nación, para que ésta funcione debe apelar o a la razón, ya que las naciones son entidades que se fueron formando a lo largo del tiempo y por la propia experiencia del ser humano, se fueron formando espontáneamente, sin planificación, es decir, dentro de la propia libertad humana, tal como lo explica José Ortega y Gasset en su libro La rebelión de las masas; o de otra manera a los sentimientos, en este campo entra el chauvinismo y el tradicionalismo.

En este tipo de gobierno se evita el imperialismo cultural, o en nuestros términos, imperialismo social, ya que se evita o se restringe al extranjero su intervención en el Estado en cuestión, pero el Estado está abierto a que el extranjero produzca bienes y servicios para su país, esto en principio también es bueno de hecho, sin embargo podemos ver situaciones como el poder que tuvo la United Fruit Company en Centroamérica, pero estas son situaciones extremas que con un gobierno decidido a hacer el bien para su nación no va a aceptar, pero poderoso caballero es Don Dinero.

Podemos proseguir con el socialismo, que viene a ser la izquierda tradicional:

El socialismo es un orden político basado en la apropiación de los de los medios de producción por parte del gobierno para luego ser distribuída y manejada a juicio absoluto del mismo, el control político absoluto colectivo dictatorial y centralización de la economía por parte de un régimen. También se define por socialista a toda teoría, doctrina o movimiento que aboga por su implantación y a su vez se deriva de la esencia política del comunismo. El socialismo puede ser no-estatal (mediante la propiedad comunitaria en un sentido amplio) o estatal (a través de la nacionalización y la planificación económica de la producción).

En este sistema podemos ver que la libertad económica de los individuos es limitada en favor del poder del Estado para administrar la vida económica del país, de esta manera trata a sus habitantes de incapaces, alegando que los protegen del imperialismo económico. Sin embargo, esto conlleva que el Estado debe ser muy eficiente, demasiado eficiente, para poder hacer todas las maniobras económicas en lugar de sus habitantes. Es correcto que el Estado tenga poder, pero siempre en su medida, del tal manera que tratando de limitar el poder del imperialismo económico extranjero, no limite excesivamente la libertad de sus habitantes, los defensores del modelo socialista alegan que, de hecho, esta libertad económica, para sus propios habitantes, es mala, ya que consideran injusto el hecho de que alguien sea más rico que otra persona. Esto es lo que se llama justicia social, y es ocasionada debido a la incomprensión del concepto de justicia, que a su vez se sustenta en otro concepto básico en la vida humana: la igualdad.

La igualdad consiste en que la ley nos otorgue a todos la misma dignidad y el mismo potencial de lograr las cosas que queremos, pero el socialismo cambia esto y propone que la igualdad consista en que la ley dé a sus ciudadanos distintos “niveles” de dignidad y potencial, de manera que todos tengan la misma cinética, es posible ilustrarlo con la imagen de la justicia: ciega y con la balanza equitativa, pero la justicia social se quita el velo, siente lástima de los pobres y obreros (nuevamente vemos la figura del sentimentalismo, pero aquí aplicado no a un grupo social, sino a uno económico), y hace que los 3 kilogramos del rico pesen lo mismo en su balanza que el 1 kilogramo del pobre, a todas luces, eso no es igualdad.

Sin embargo, los socialistas nuevamente, para sostener su ideología, crearon un conjunto de nuevas figuras, los derechos sociales, con los que pretenden ampliar los derechos humanos a una cantidad ampliamente superior, estableciendo que es un derecho tener 2 kilogramos, quitando 1 kilogramo al rico y dándoselo al pobre, esta situación es completamente absurda, pero sólo tiene sentido de una forma: siendo el Estado el que posea todos los bienes y servicios, ya que en ese caso sí ha de ser injusto que dé 3 kilogramos a una persona y 1 a otra, como vemos, esto es efecto de vivir bajo un gobierno socialista, y no causa para crear un gobierno socialista. En caso que un régimen adopte este nuevo cuerpo de derechos para originar un gobierno socialista, se habla de una socialdemocracia.  Esta misma diferencia se ha de aplicar para diferenciar el anarcocomunismo y el anarcocapitalismo.

El último grupo por analizar es el de los gobiernos totalitarios:

Se conoce como totalitarismos a las ideologías, los movimientos y los regímenes políticos donde la libertad está seriamente restringida y el Estado ejerce todo el poder sin divisiones ni restricciones (de un modo mucho más intenso, extenso y evolucionado que el teórico poder absoluto de las monarquías del Antiguo Régimen).
En este grupo entran regímenes de muy diferente índole, resaltan el comunismo, el fascismo y el nacionalsocialismo. Estos regímenes tienen en común la finalidad evitar la intromisión imperialista en el país de cualquier clase en el Estado, para eso elimina las libertades individuales. Pero la sutil diferencia entre ambos es que tienen una visión diferente de a quién beneficiar: el comunismo desea beneficiar a la población en general, el fascismo y el nacionalsocialismo desea beneficiar a un grupo específico (podemos ver claramente el paralelismo a los dos tipos de anarquismo).

Así, son indistinguibles en este espectro los diferentes tipos de totalitarismos, anarquismos, etc. Por lo que será necesario otro eje más para culminar este espectro